jueves, 8 de agosto de 2013

Maratón


Capítulo 5

-Entonces, ¿te vas a lanzar?-Helen pregunta mientras caminamos por el barrio.
-Puede, no sé. Ayer, bueno, puedo decir que tuvimos un acercamiento bastante caliente. Por poco nos lo montamos en el almacén de él. Pero paró y me dijo que hoy me buscaría e iríamos a su casa... Aunque no sé si vendrá.-suspiro y le doy una calada a mi cigarro.
-Seguro que viene, siempre cumple lo que dice.-mi amiga me guiña un ojo y sonrío, con la esperanza y certeza de que venga.

Narra Justin

Empiezo a besar el cuello de Megan con besos bruscos y mojados, ella no deja de gemir ante el contacto de mis labios en su punto débil.
Meto mi mano en el bolsillo de mi pantalón y saco mi navaja suiza.
-¿Qué haces?-pregunta.
-Shh, quiero hacer el sexo más interesante.-susurro en su oído.
-¿Cómo?-pregunta con la voz temblorosa.
Saco las esposas de mi otro bolsillo y se las pongo en las muñecas.
-Justin...
-Tranquila, siéntate en la cama.-muerdo su cuello. Obedece y me quito la camisa, colocándola en una silla.
Me acerco a ella y la agarro de la barbilla, haciendo que me mire fijamente.
-¿Sabes que os habéis metido con la persona equivocada?-rozo la hoja de mi navaja por su mejilla.
-¿De qué hablas?-empieza a ponerse nerviosa.
-¿Crees que después de que me hayas traicionado, voy a follar contigo? No cariño, vas a probar otro estilo, un tanto sádico.-le guiño un ojo y me arrodillo frente a ella.
-No, no Justin.-se niega.
-Cállate y abre las piernas.-murmuro.
-Por favor, Justin perdóname. Nos obligaron a darles el plano, por favor no me hagas daño.-las lágrimas salen de sus ojos por sí solas.
-Shh, abre.-no me hace caso.-Mira que no me gusta maltratar a las mujeres, pero... me has obligado cielo. Abre las piernas, o te las abriré yo.-la amenazo.
Me hace caso esta vez y como lleva falda, corto la tela de sus bragas de encaje. Suelta un sollozo.
-Con lo buenos amigos que podríamos haber sido.-niego con la cabeza y me deshago de la tela de sus bragas, rotas por la navaja.-Empecemos.-meto mis dedos dentro de ella y gime fuerte.-¿Quién dices que os obligó?-pregunto.
-Un tío, no,no sé quién es.-suelta rápido. Hundo más mis dedos.-¡No lo sé, te lo juro!-grita en lugar de gemir.
-Bueno, pues si no lo sabes... acabemos con esto de una vez.-chupo la hoja de la navaja, rajándome la lengua, siento el sabor de la sangre en mi boca.
-¡No, no Justin por favor!-grita suplicándome.
-La mafia es así cariño, una vez que estás dentro, o mueres dentro de ella, o mueres en el intento de salir.-la empujo y queda tumbada en la cama, rajo su feminidad y grita del dolor.
-¡Ah! ¡Para, para!-pronto creo que llorará sangre.
-Haberlo pensado antes de traicionarme, perra.-agarro uno de los labios de su coño y empiezo a rajar la pared de este. Sus gritos se podrán oír a cientos de kilómetros.-Tienes un coño tan bonito, me da pena seguir. ¿Sigo?-la miro a los ojos.
-¡No, no sigas! ¡Por favor Justin!-suplica a gritos.
-Bah, ya que estamos.-empiezo a despellejar su monte de venus depilado y a gritos me suplica que pare.
Abro más su coño y rozo con la navaja cada punto, sin dañar nada.
Paro y me levanto, voy hacia la cómoda y bebo del whisky que me serví antes. Cojo la pistola y la cargo.
-Bueno, creo que has aprendido la lección, ¿no?-me escondo la pistola detrás.
Asiente rápidamente, con la cara blanca del dolor.
-¿Volverás a traicionarme?-pregunto.
Niega con la cabeza, oprimiendo un sollozo.
-¿Te duele?-me acerco a ella lentamente.
-Mucho.-susurra.
-Tranquila, que no te dolerá más.-la apunto con la pistola a la cabeza y sin más, disparo.

Narra Jade

Paseo de un lado a otro, la noche es fría y yo en tirantes y shorts. Pues muy bien Jade, muy bien.
Cuando noto una mano en mi hombro, sonrío y me giro. La sonrisa rápidamente se me borra.
-¿Esperabas a alguien, Jade?-murmura aquel hombre vestido como Justin, pero todo de negro.
-¿Quién eres?-pregunto asustada.
-Ahora, podría decirse, que tu peor pesadilla cariño.-sonríe maléfico y alguien me agarra por detrás.
-¡Socorro!-grito intentando zafarme del agarre.
-Vamos, rápido. Pronto vendrá Bieber.-me obligan a andar, cuando oímos una pistola cargarse.
-Shh, ¿dónde lleváis a Jade?-giramos todos las cabezas, viendo a Justin apuntando hacia el chico que me agarra.
-Vaya, os ha salido como el culo el plan. Soltadla ahora mismo, si no queréis que yo haga algo al respecto.-murmura tranquilo.
El chico que me agarra, me suelta y corro hacia Justin. Él me coloca detrás de él.
Justin baja el arma lentamente, cuando apunta al que me agarró y le dispara en sus partes, igual le hace al otro. Me llevo las manos a la boca y los dos caen al suelo gritando del dolor.
-Que sea la última vez que me la jugáis, cabrones. No volváis a acercaros a ella o me encargaré personalmente de que muráis a mi manera.-se guarda la pistola en el bolsillo de sus pantalones y se gira hacia mí.-¿Estás bien?-me agarra de las mejillas.
-Sí.-susurro.
-Vamos.-asiento algo asustada.

-Jade, hoy no podemos hacer lo que planeamos ayer, tengo cosas más importantes que hacer. Otro día.-me guiña un ojo y la ira se hace conmigo.
-Pero, ¿tú qué te crees que soy? ¿Un puto juguete con el que jugar cuando se te apetezca?-alzo la voz, mientras él conduce su Bugatti negro.
-No pienso que seas un juguete, pensaba que los dos nos usaríamos para... las necesidades de nuestros genitales.-usa un tono de voz superficial.
-Vaya, a ti, muy bien que digamos no se te da lidiar con tías, ¿no? Porque te estás luciendo Bieber.-me cruzo de brazos.
-Oh, ¡venga ya Jade! ¿Te estás quedando conmigo?-me mira un segundo y vuelve su mirada a la carretera.
-No, no me estoy quedando contigo. Sólo digo la puta verdad, eres un gilipollas. Para, me bajo aquí.-mi cara debe de estar roja.
-Jade...
-¡Que pares aquí, joder!-alzo la voz y para el coche.
Me quito el cinturón y abro la puerta, voy a salir cuando me agarra de la muñeca.
-Escúcham-
Me suelto de su agarre y salgo del coche, cerrando la puerta empiezo a caminar por la acera.
-Reina, no te voy a dejar en paz hasta que me escuches.-giro la cabeza, viendo a Justin conduciendo lentamente a mi lado.
-Pues esto va a ser divertido.-uso un tono sarcástico y sigo andando.
-Morena, ¿te acompaño a casa?-giro mi cabeza, viendo a un tío, algo viejo.
-¿Quieres que te vuele la polla?-oigo la voz de Justin. El hombre se queda callado.-Sigue andando.
El tío se va, algo decepcionado, parece.
-Sube al coche Jade, no me obligues a salir.-sigo andando, como si nada.
Las lágrimas se acumulan en mis ojos. ¿Cómo puede ser tan capullo? ¿No se da cuenta de que estoy enamorada de él? Encima me dice esas cosas, pues mi autoestima está por los suelos...
-Jade.-noto como me agarra de la muñeca.
-Déjame.-susurro, con un nudo en la garganta. Las lágrimas empiezan a salir de mis ojos, mierda. No quiero que me vea llorar.
-¿Estás llorando?-me tira de la muñeca, girándome hacia él.
-No.-agacho la cabeza.
-Pero... ¿Por qué lloras reina?-me agarra de la barbilla, y me levanta la cabeza. Obligándome a mirarlo.
-¿No te das cuenta?-murmuro.
-¿De qué?-pregunta con su ceño fruncido. Mi labio inferior empieza a temblar, suelto un sollozo y lo empujo.-Dime Jade, ¿qué es de lo que no me doy cuenta? No, no te entiendo...-rasca su nuca, me suelta la barbilla.
-¡Todos se dan cuenta menos tú! ¿Tan invisible soy para ti, Justin? ¿No te das cuenta de que estoy enamorada de ti?-y ahora, es cuando me doy cuenta de lo que he dicho.
El corazón se me va a salir por la boca, me giro, dispuesta a echar a correr. Pero Justin vuelve a cogerme de la muñeca, girándome.
Y me besa, con esos labios tan blanditos y bonitos que tiene. Coloco mis manos en su nuca mientras él me coge a horcajadas.
Nuestras lenguas juegan entre ellas, y yo estoy en el paraíso.
Se separa de mis labios y me besa en la sien y en la mejilla.
-¿Desde cuándo estás enamorada de mí?-pregunta, una sonrisa traviesa aparece en sus labios.
-Desde que empezaste a ser tan bueno conmigo.-acaricio su mejilla.
-Yo no puedo decir que esté enamorado de ti, porque sería muy pronto cariño. Pero sí te puedo decir, que si te pasase algo, dios no lo quiera, me mataría. Me importas mucho reina, mucho.-roza su nariz con la mía y río tontamente. A veces es tan tierno.
-Con que te importe, me vale.-susurro cerrando los ojos. Noto su frente contra la mía y sonrío sin más.
Mi corazón va a mil ahora mismo.
-Pero Jade, te has enamorado de la persona equivocada.-abro los ojos y lo miro a los ojos fijamente.
-¿Por qué dices eso?-frunzo mi entrecejo.
-Reina, conmigo no vas a llegar a nada. Tienes que seguir con el instituto, tienes que sacarte alguna carrera, tienes que ser feliz con alguien que no sea un tipo peligroso. Jade, a todo lo que llega a importarme me lo arrebatan de los brazos, toda mi familia está muerta por mi culpa. Por mi puto orgullo de seguir siendo El Gángster.-me deja en el suelo, pero sigue agarrándome de la cintura.-Y no quiero que te arrebaten de mí a ti también.-acaricia un mechón de mi pelo.
-Eso no va a pasar.-acaricio el contorno de sus labios regordetes.
-Tú no sabes lo que puede pasar más adelante...-muerde mi dedo juguetón y río leve.
-Justin, quiero arriesgarme contigo. Quiero aventura en mi aburrida vida, quiero que tú me llenes de adrenalina. Joder, quiero sentir la sangre correr por mis venas a toda hostia. Quiero que tú, seas el único hombre que me llene de verdad. Y sé que lo vas a hacer.-muerdo mi labio y le guiño un ojo.-Quiero que te acabes enamorando de mí, que caigas a mis putos pies Bieber.-le quito la mascota y me la pongo.-Quiero ser la puta señora de El Gángster. Y que todas aquellas zorras que babeen por ti, me tenga envidia.-ríe divertido.
-Si es lo que quieres, tus deseos son órdenes. Haz que caiga a tus pies, haz que te los quiera limpiar con la lengua. Haz que te desee más de lo que ya te deseo, haz que yo solamente sea tuyo. Haz que siempre cumpla lo que me pidas, porque créeme, no suelo obedecer a nadie... quiero que seas mi ama, y yo seré tu sumiso.-lleva su boca a mi cuello y lo muerde sensualmente.
Lo agarro por la nuca y lo guío a mis labios.
-Bésame. Deja eso tan importante que tenías que hacer, y te haré mío esta noche, para que seas mío toda tu puta vida.-susurro mirando sus hermosos ojos.
-Me acabas de poner duro nena.-susurra mirando mis labios.
-Es justo lo que quería.-muerdo mi labio y pega sus labios con los míos. Y justo ahí, sabía perfectamente, que ese chico, me había cambiado la vida al completo.
------------------

Capítulo 6

Narra Justin

La acorralo en la pared de mi habitación y empiezo a besar su cuello con deseo.
Gime mientras tira de los cortos mechones de mi pelo rubio cobrizo, levanto su camiseta mientras que con mis pulgares, acaricio su abdomen plano. Noto su piel erizarse ante el contacto de mis dedos sobre ella, sonrío orgulloso y me separo de ella, para deshacerme de esa prenda que tanto me sobraba.
Nuestras hormonas están por los aires, gritando del placer que quieren obtener. Me separa de un empujón, mordiendo su labio.
-¿Recuerdas lo que me has dicho antes?-pregunta desabrochando los botones de mi camisa.-Yo seré tu ama, y tú mi sumiso. No trates de hacerme cambiar de opinión.-susurra juguetona. Suspiro, casi se podría decir que he bufado...
-Eres mala.-me empuja y caigo en la cama, apoyado en mis codos.
-¿Yo? Estoy siendo demasiado blanda contigo.-se pone encima mía, sentada a horcajadas sobre mi cadera. Poniéndome aún más duro que antes.
-Jade...-suspiro y saca la camisa de debajo de mis pantalones y se deshace de ella.
Empieza a acariciar mis hombros y mis brazos, un calor enorme hace que me sofoque.
-Humm... qué suave.-me mira traviesa y muerdo mi labio fuertemente.-Oye, ¿tienes esposas?-pregunta mirándome. Frunzo mi entrecejo.
-¿Qué me vas a hacer?-pregunto. Se encoge de hombros y me guiña un ojo.-Segundo cajón.-señalo mi cómoda.
Se levanta y corre hacia la cómoda. El calentón va aumentando, joder Justin, ¿en serio te vas a acostar con una niña de 16 años? Que es menor, joder... Pero, es ella la que quiere follar, o acostarse conmigo, o hacer el amor, o como pollas se diga...
-Las tengo, levántate.-sonríe. Suspiro y me levanto.
Me pongo despaldas y me la pone en una.
-A la cama.-susurra en mi oído. Me tumbo y se pone encima mía, para pasar las esposas por las rejas del cabecero y me termina de poner las esposas.
-Eres tú muy lista, ¿no?-arqueo una ceja, mirándola. Asiente riendo y me besa con un pico.
-Te ves muy sexy con los brazos en alto, y esposado.-muerde su labio.
Se inclina y empieza besándome el cuello mientras acaricia mi abdomen y mueve su cadera sobre mi polla.
Suspiro, muriendo de ganas por tocarla. Sigue el camino de besos por mi pecho, besando mis pectorales y mordiendo mis pezones.
-Joder Jade, no aguanto dios.-cierro los ojos por unos segundos, sintiendo cómo besa mi torso desnudo.
-Estás tan bueno.-murmura, abro los ojos, mirándola y se pone sentada del revés, con su culo mirando hacia mí. Me quita los zapatos y vuelve a ponerse mirando hacia mí con un ligero movimiento.
-Vamos a ver lo que escondes aquí.-acaricia mi polla por encima del pantalón, bufo y sonríe divertida.-Vaya, esto está muy duro.-muerde su labio.
-Jade, quítame las esposas, por favor.-suplico. Ríe y niega con la cabeza.
-De eso nada, ahora eres mi sumiso.-me guiña un ojo. Desabrocha el botón de mis pantalones y baja la cremallera.-Levanta ese culito.-dice divertida. Suspiro y hago caso, me baja los pantalones y me los saca de un tirón.-Vaya, ahora se nota más.-mueve las cejas y me hace sonreír, es tan mona... ¿Mona? ¿En serio Bieber? ¿No había otra palabra? Dios santo.
Se levanta y se desabrocha el sujetador, mi pecho sube y baja, estoy muy caliente... pero que muy muy caliente.
Se lo quita y muerdo mi labio fuertemente, haciendo mis manos puños.
Menudas tetas que tiene, joder.
Se quita los shorts y creo que mi labio está sangrando...
Se acerca a mí, a paso lento y se pone encima mía de nuevo.
-Tengo que decirte algo.-susurra seria. Frunzo el ceño.-Algunos tíos me han visto sólo de cintura para arriba, nunca de cintura para abajo.-esconde un mechón de pelo tras su oreja derecha.
-Osea, que nunca has follado.-trato de aclararme. Niega con la cabeza lentamente.
-Sólo yo me encargué de, de lo de abajo. De darles placer a los tíos.-en su voz se nota el nerviosismo.
-Si quieres, podemos parar...-me encojo de hombros.-Luego si eso me haré una pajilla y como nuevo eh.-suspiro.
Ríe fuerte.
-¡Que es coña! ¿Crees que no he follado?-arquea una ceja.-Me follé a medio instituto, Gángster.-se inclina más amí y roza sus pechos con mi torso.
-Pues entonces, sigue, joder sigue.-digo ansioso.
-Shh, tranquilo.-agarra su pecho izquierdo y lo masajea. Mi polla va a reventar.
Deja su pecho y va hacia mis bóxer, bajándolos del tirón. Mi polla se mantiene erecta.
-Joder.-susurra, la miro y su boca cae al suelo.-¿Eso es tuyo?-pregunta señalándola.
Miro a mi alrededor, bromeando.
-Sí, es mío.-asiento con la cabeza.-Venga ya, las hay más grandes.
-Créeme, no creo que las haya. Dios, no creo que me entre.-ríe nerviosa.
-Que sí entra coño, siempre entra.-empiezo a reír por su cara.
-Está bien, vamos allá.-se quita el tanga y mi pecho se contrae. Qué buena está, hija de puta.
Agarra mi polla con su mano derecha y mueve esta de arriba abajo, gimo.
Miro atento lo que hace, y abre bien las piernas, para meter mi polla en su hermoso y depilado coño.
-Oh, dios.-gime cerrando los ojos. Empieza a moverse de arriba abajo, en círculos, llevándome al paraíso. Y quiero tocarla joder, quiero follarla como nunca la han follado.
-Oh reina, qué bien te sientes.-gimo agarrando los barrotes del cabecero con fuerza.-Aunque estrecha.-cierro los ojos.
Me agarra de las mejillas y abro los ojos. Esta me mira atenta mientras se mueve.
-Quiero que me ames.-susurra entrecortada.
-Y yo quiero amarte.-susurro como ella. Deja de moverse, sólo de oyen nuestras respiraciones a mil.
-Voy a hacer que me ames, tanto como yo te amo a ti.-lleva su otra mano a mi abdomen sudado y lo acaricia suavemente.
-Demuéstrame que me amas, quiero hechos, no palabras.-muevo las cejas y pega sus labios a los míos. Empieza a besarme suavemente, sin prisas. Lentamente mueve sus labios al compás con los míos.
Mi pecho se vuelve a contraer y siento un calor en este. Su lengua acaricia la mía, la suya es como el terciopelo. Suave y caliente.
El aire se va de mis pulmones en cuestión de segundos, y Jade se separa de mis labios.
Me quedo embobado, mirando sus ojos marrones que tanto me tientan. Mi pecho sube y baja, excitado.
-Vaya.-suelto entrecortado.
-Te daría esos besos todos los días al despertarte, aunque tengamos el aliento asqueroso, te los daría igual. Cuando nos separemos por unas horas, te lo daría también, y a la noche, te haría el amor lentamente. Besando todo tu cuerpo, besando esos labios tan bonitos y deliciosos que tienes.-acaricia mi mejilla derecha. Sonríe leve.-Porque te daría todo mi amor, le daría mi corazón al diablo para que sepa lo que siento por ti.-lleva su mano a mi pelo y lo despeina un poco.-Porque lo que siento por ti, no lo sentiré por otro tío. Porque tú, eres ahora el dueño de mi puto corazón.-la boca se me seca.
... le daría mi corazón al diablo para que sepa lo que siento por ti...”
Algo en mi corazón hace “click”.
-Quítame las esposas.-digo serio. Se levanta, saliendo de mí y coge las llaves de la mesita de noche. Me quita las esposas y cojo las sábanas de mi cama y me tapo de cintura para abajo. Agarro la mano de Jade y la siento encima de mi regazo cubierto por la sábana.
Me mira atenta, llevo mi mano hasta su mejilla y la acaricio suavemente.
-¿En serio esas palabras que me has dicho antes, son de verdad? ¿Es lo que realmente sientes?-pregunto en un susurro, calmado.
Asiente con la cabeza y sonrío.
-Es lo más bonito que me han dicho en toda mi vida.-uso el mismo tono de voz, agarrándola de la cintura, la acerco más a mí.
Sonríe y escondo un mechón de su pelo tras su oreja derecha.
-Eres realmente preciosa.-llevo mi mano a su barbilla y la pellizco.
Su cara se vuelve roja como un tomate.
-Yo, yo sólo quiero que esto salga bien. Que si te enamoras de mí algún día, todo se alborote, quiero que seas tú la primera persona en ver al despertarme.-susurra tímida. Mi sonrisa se mantiene firme.
-¿Sabes? Desde que mi padre murió y a mi madre la mataron, nunca me he sentido como ahora.-frunce su ceño.
-¿Cómo te sientes?-pregunta curiosa.
-Amado, feliz, saber que le importo a alguien.-un nudo sube a mi garganta y los ojos se me cristalizan al segundo.
Veo que sus ojos también se aguan y me abraza. Le sigo el abrazo, mientras pequeñas gotas de lágrimas, resbalan por mis mejillas.
-Pues vete acostumbrando, porque de mí, no te vas a librar eh.-dice divertida. Río y la abrazo más fuerte, sin hacerle daño. Nos separamos y me limpia las lágrimas con su pulgar.-A este Justin quería ver yo, al verdadero.-sonríe y besa mi mejilla.
-Pues no te acostumbres, yo no lloro.-sorbo mi nariz y muevo las cejas. Ríe fuerte.
-¡Estás llorando ahora mismo Bieber!-grita riendo.
-Mentira, se me metió algo en los ojos.-miro a otro lado.
-Claaaaro, venga ya. Que todos lloramos.-me pega en el hombro, la miro y arqueo una ceja.
-Pues yo no.-me pongo serio y ella igual. Veo como se aguanta la risa. Yo también, la verdad, hasta estallamos en una carcajada.
-¿Seguimos?-me agarra de la nuca, dejando de reír.
Dejo de reír y la cojo por la cintura, poniéndola debajo mía.
-Seguimos.-susurro y agarro mi polla, mientras ella abre las piernas, entro en ella y gime fuerte.
Acaricio su cuerpo entero con la yema de mis dedos, hasta que llego a su cicatriz. Noto como su piel se eriza.
-Shh.-la miro a los ojos, y veo miedo. Me inclino y beso su cicatriz.
-Justin.-gime.
-Te quiero.-murmuro pegando mi frente sudosa con la suya. Embisto una vez más y llegamos al clímax.
Me araña la espalda y gruño. Dejo descansar mi cabeza en su hombro y noto como me besa la parte superior de mi cabeza. La miro y sonreímos.
-¿Me quieres?-pregunta con un brillo en los ojos.
-A seguro, te llegaré a amar.-acaricio su vientre y ríe leve.

Y no sé por qué, pero esa niña había cambiado mi vida desde el momento en que le robé el sujetador.

_

RT  AQUÍ si quieres que te avise para el próximo cap.

Sé que os dije que en 15 días no podría subir, pero descubrí que en el apartamento donde me alojo, HAY INTERNET.
Pues escribí durante un día los dos capítulos, gracias a que se me ocurrió la idea de traerme el ordenador durante estos días. 

¡Wow! 36 RT's, increíble. Muchísimas gracias por perder tiempo en leerme, lo agradezco mucho.

Y de Darkness, queda meeeeeeenooooos para el final final final.  Os va a encantar, creo.

¡Mil gracias por todo! ¡Y no olvidéis en seguirme si eres nueva lectora! @demitefollo_

No hay comentarios:

Publicar un comentario